En su carta más reciente a los accionistas, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, no disimula su total aceptación de la tecnología de la nube. “No exageramos cuando nos referimos a la extraordinaria importancia de la nueva tecnología en el mundo de hoy”, escribe, refiriéndose al efecto supremamente alto que el covid-19 ha tenido sobre la adopción de la nube y la inteligencia artificial (IA) en los servicios financieros.
Antes de la pandemia, no todos los bancos apreciaron inmediatamente las ventajas de subir sus aplicaciones a la nube, en donde la capacidad de cómputo virtualmente ilimitada permite lograr enormes eficiencias. En general, los bancos han adoptado la computación en la nube de forma más lenta que otros sectores. Sin embargo, la adopción del software como servicio (SaaS ) y la infraestructura en la nube – para incrementar su capacidad de procesamiento, mejorar la funcionalidad de sus servicios y tercerizar el almacenamiento de sus datos- se ha acelerado desde el inicio de la pandemia, pues los bancos están aprovechando la oportunidad para reducir costos y reforzar sus proyectos de transformación digital.
Durante el último año fuimos testigos de una oleada de negociaciones. HSBC se comprometió a utilizar Amazon Web Services para desarrollar nuevos productos digitales y respaldar sus normas de seguridad y cumplimiento, mientras que Wells Fargo acordó con Microsoft y Google para que éstos sean sus proveedores de nube pública. Google ha formado sociedades similares con Goldman Sachs y Deutsche Bank.
Esto ocurre a medida que los bancos tradicionales descubren la forma de usar su reputación para competir con las fintechs y los bancos “challenger”, mientras que los debutantes utilizan la nube para aprovechar rápidamente las nuevas oportunidades del mercado.
En una nueva encuesta realizada por The Economist Intelligence Unit, con el auspicio de Temenos, a ejecutivos de TI en el sector bancario, más de siete de cada diez (72%) de ellos informa que la incorporación de la nube a los productos y servicios de sus organizaciones les ayudará a hacer realidad las prioridades de sus negocios.
Poco menos de la mitad (47%) dice que lo hará “a gran escala”, siendo los latinoamericanos los más entusiastas en este sentido (ver Figura 1).
Hacer clic para ampliar imagen
Microsoft, uno de los grandes proveedores de servicios en la nube, cree que la pandemia ha acelerado la adopción de la nube de cuatro maneras que van más allá de las consideraciones de costos:
La encuesta de la EIU revela que la reducción de costos todavía es el mayor motivador de la adopción de la nube, según lo indica 42% de los encuestados (ver Figura 2). Incluso habiendo citado como segundo motivador la posibilidad de incorporar la IA que ofrece la nube (34%), no es una sorpresa que los proveedores de la nube se están posicionando no solo como soluciones para reducción de costos sino también como aliados para la transformación digital.
La agilidad, elasticidad y escalabilidad en los negocios fueron citadas en conjunto por el 40% de los encuestados como los motivadores primordiales de la adopción de la nube. El acuerdo entre Deutsche Bank y Google les permite “innovar conjuntamente sus productos y servicios” y ambos mencionan como ejemplo las opciones de autoservicio móvil y las recomendaciones basadas en IA.
Al buscar estas soluciones, los bancos están acudiendo a la nube para agilizar su capacidad de beneficiarse de la información que pueden obtener de sus datos y, a cambio, poder innovar más rápidamente – lo cual es crucial en un ambiente en que la pandemia ha disparado la adopción de la tecnología digital. “Hemos visto a la nube no solo como una solución para reducción de costos sino más bien como una oportunidad de movernos más rápidamente y ampliar el uso que damos a la analítica, integración de datos y aprendizaje automático en todo nuestro negocio”, dice Sandip Shota, Director de Datos y Analítica Empresarial de BMO Financial Group, un banco canadiense.